Recopilación Poética de Pedro Garrido.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
TANTO TIENES.
¿Donde quedará el deseo,
de la posesión maldita;
esta vida es inaudita,
soy, por lo que poseo.
Tanto tienes, tanto vales,
ya no vale la amistad;
ni tampoco la bondad,
solo cuentan los caudales.
Cuando le dás a la gente,
tu cariño sin pensar;
la traición recibirás,
debes tenerlo presente.
Luego te criticarán,
manchándose el honor;
y por darles tú amor,
cosas raras pensaran.
Por eso lo que quisiera,
es tener muchos amigos;
que contentos estuvieran,
cuando se junten conmigo.
P. Garrido.-1-2-1987.
¿Donde quedará el deseo,
de la posesión maldita;
esta vida es inaudita,
soy, por lo que poseo.
Tanto tienes, tanto vales,
ya no vale la amistad;
ni tampoco la bondad,
solo cuentan los caudales.
Cuando le dás a la gente,
tu cariño sin pensar;
la traición recibirás,
debes tenerlo presente.
Luego te criticarán,
manchándose el honor;
y por darles tú amor,
cosas raras pensaran.
Por eso lo que quisiera,
es tener muchos amigos;
que contentos estuvieran,
cuando se junten conmigo.
P. Garrido.-1-2-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
EL PEZ.
El pez se quería tragar,
abriendo mucho su boca;
sin dejar ni una gota,
todo el agua del mar.
Pero en su glotonería,
el agua, no se mermaba;
de un lado a otro nadaba,
mientras que agua bebía.
Quiso beber más y más,
y se marchó mar adentro;
quería en un momento,
todo aquel agua tragar.
Llegó a profundidades,
donde encontró un cachalote;
se colocó en su bigote,
para beber cantidades.
Pero el pez se emocionó,
bebiendo con el gigante;
se descuidó un instante,
y el grande se lo tragó.
P. Garrido.-1-2-1987.
El pez se quería tragar,
abriendo mucho su boca;
sin dejar ni una gota,
todo el agua del mar.
Pero en su glotonería,
el agua, no se mermaba;
de un lado a otro nadaba,
mientras que agua bebía.
Quiso beber más y más,
y se marchó mar adentro;
quería en un momento,
todo aquel agua tragar.
Llegó a profundidades,
donde encontró un cachalote;
se colocó en su bigote,
para beber cantidades.
Pero el pez se emocionó,
bebiendo con el gigante;
se descuidó un instante,
y el grande se lo tragó.
P. Garrido.-1-2-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
MARRANO.
Quiso cantar un marrano,
canciones del ruiseñor;
y se levantó temprano,
antes que saliera el sol;
para escuchar el reclamo,
de aquel ave cantador.
A los trés o cuatro días,
de escuchar al profesor;
el marrano se creía,
que sabia dar el sol;
y a casa con alegría,
retozando se marchó.
Le cantó a su marrana,
y a todos sus marranillos;
y a su familia gustaba,
la canción de los gruñidos.
Y no vayan a pensar,
que lo imitaba cualquiera;
de todos los del corral,
no había quien lo venciera;
cuando se ponía a cantar,
el marrano en la chiquera.
P. Garrido. -1-2-1987.
Quiso cantar un marrano,
canciones del ruiseñor;
y se levantó temprano,
antes que saliera el sol;
para escuchar el reclamo,
de aquel ave cantador.
A los trés o cuatro días,
de escuchar al profesor;
el marrano se creía,
que sabia dar el sol;
y a casa con alegría,
retozando se marchó.
Le cantó a su marrana,
y a todos sus marranillos;
y a su familia gustaba,
la canción de los gruñidos.
Y no vayan a pensar,
que lo imitaba cualquiera;
de todos los del corral,
no había quien lo venciera;
cuando se ponía a cantar,
el marrano en la chiquera.
P. Garrido. -1-2-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
LA NOCHE.
Llegó la noche certera,
destrozando a manotazos;
la luz que hallaba a su paso,
como si fuese pantera.
Y los rayos se escapaban,
por donde se estrecha el cielo;
arrastrándose en el suelo,
la noche los aplastaba.
Y dando el ultimo golpe,
se hizo la oscuridad;
y se puso a cabalgar,
con su caballo al galope.
Y en su negro galopar,
era la dueña y señora;
de todo el que sufre y llora,
por estar en soledad.
Una flor, cerró sus ojos,
porque no quería ver;
en aquel anochecer,
aquellos colores rojos.
P. Garrido. -8-2-1987.
Llegó la noche certera,
destrozando a manotazos;
la luz que hallaba a su paso,
como si fuese pantera.
Y los rayos se escapaban,
por donde se estrecha el cielo;
arrastrándose en el suelo,
la noche los aplastaba.
Y dando el ultimo golpe,
se hizo la oscuridad;
y se puso a cabalgar,
con su caballo al galope.
Y en su negro galopar,
era la dueña y señora;
de todo el que sufre y llora,
por estar en soledad.
Una flor, cerró sus ojos,
porque no quería ver;
en aquel anochecer,
aquellos colores rojos.
P. Garrido. -8-2-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
LA PUERTA.
¿Porqué llamas a la puerta,
mendigo, si soy tú hermano?;
puedes pasar, está abierta,
ven, te entro de la mano.
Pero por favor, te vás,
cuando seas satisfecho;
duerme también en mi lecho,
pero al alba partirás.
Y no eches el cerrojo,
cuando cierres tras de ti;
que todo el que recojo,
se pueda luego salir.
¿Porque llamas a la puerta,
Señor, si yo soy tú esclavo?;
Por favor, dignate, entra,
que aqui mismo yo te adoro.
Pero por favor, que entre,
toda tú gloria detrás;
que la puerta no se cierre,
para el que quiera pasar.
P. Garrido. -9-2-1987.
¿Porqué llamas a la puerta,
mendigo, si soy tú hermano?;
puedes pasar, está abierta,
ven, te entro de la mano.
Pero por favor, te vás,
cuando seas satisfecho;
duerme también en mi lecho,
pero al alba partirás.
Y no eches el cerrojo,
cuando cierres tras de ti;
que todo el que recojo,
se pueda luego salir.
¿Porque llamas a la puerta,
Señor, si yo soy tú esclavo?;
Por favor, dignate, entra,
que aqui mismo yo te adoro.
Pero por favor, que entre,
toda tú gloria detrás;
que la puerta no se cierre,
para el que quiera pasar.
P. Garrido. -9-2-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
MÚSICA.
Sobre un monte de esperanza,
toca música el pastor;
y allá en la lontananza,
lo escuchaba su amor.
En la puerta la majada,
sentada en un peñón;
su mujer embarazada,
escucha el bonito són.
Y el viento es encargado,
de transmitir la alegría;
que el partir enamorado,
tiene en la lejanía.
La disfrutan florecillas,
que a su paso están bailando;
y también las avecillas,
que en el cielo están volando.
Y con la mano en su vientre,
transmite a su hijo amado;
la música que proviene,
de un padre ilusionado.
P. Garrido.-9-2-1987.
Sobre un monte de esperanza,
toca música el pastor;
y allá en la lontananza,
lo escuchaba su amor.
En la puerta la majada,
sentada en un peñón;
su mujer embarazada,
escucha el bonito són.
Y el viento es encargado,
de transmitir la alegría;
que el partir enamorado,
tiene en la lejanía.
La disfrutan florecillas,
que a su paso están bailando;
y también las avecillas,
que en el cielo están volando.
Y con la mano en su vientre,
transmite a su hijo amado;
la música que proviene,
de un padre ilusionado.
P. Garrido.-9-2-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
SE MURIÓ.
Se fué caminando lento,
y respirando despacio;
iba dejando su aliento,
volando en el espacio.
Y cuando llegó al camino,
se lanzó en veloz carrera;
para que ningún vecino,
cuando se iba lo viera.
Cuando dobló el recodo,
se sentó a descansar;
puso en la rodilla el codo,
y de pena echó a llorar.
¿Porqué se iba a escondidas,
de quien tenia temor?;
el a nadie le temía,
pero se murió su amor.
si tenerla no podía,
¿que hacia donde nació?.
Por eso se fué a buscar,
de noche un camino al cielo;
quería a su amor encontrar,
para decirle: Te quiero.
P. Garrido. -10-2-1987.
Se fué caminando lento,
y respirando despacio;
iba dejando su aliento,
volando en el espacio.
Y cuando llegó al camino,
se lanzó en veloz carrera;
para que ningún vecino,
cuando se iba lo viera.
Cuando dobló el recodo,
se sentó a descansar;
puso en la rodilla el codo,
y de pena echó a llorar.
¿Porqué se iba a escondidas,
de quien tenia temor?;
el a nadie le temía,
pero se murió su amor.
si tenerla no podía,
¿que hacia donde nació?.
Por eso se fué a buscar,
de noche un camino al cielo;
quería a su amor encontrar,
para decirle: Te quiero.
P. Garrido. -10-2-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
GRANADA.
Cuando la sierra se pone,
su traje de blanca nieve;
muy bonita se compone,
y a ver la Alhambra se viene.
Se posa sobre el ciprés,
suave y lo embellece;
y luego baja a sus piés,
para mirar como crece.
Granada, que bella eres,
perla que perdió Boabdil;
y lloró con sus infieles,
cuando tubo que partir.
Por eso feliz me siento,
de haber nacido aquí;
porque cuando me despierto,
veo desde el Albaicin;
la Alhambra, y el moro dentro,
que se pasea tan feliz.
Y sufro por aquel Rey,
que llorando se marchó;
otra Granada no hay,
como la que el perdió.
P. Garrido.-13-2-1987.
Cuando la sierra se pone,
su traje de blanca nieve;
muy bonita se compone,
y a ver la Alhambra se viene.
Se posa sobre el ciprés,
suave y lo embellece;
y luego baja a sus piés,
para mirar como crece.
Granada, que bella eres,
perla que perdió Boabdil;
y lloró con sus infieles,
cuando tubo que partir.
Por eso feliz me siento,
de haber nacido aquí;
porque cuando me despierto,
veo desde el Albaicin;
la Alhambra, y el moro dentro,
que se pasea tan feliz.
Y sufro por aquel Rey,
que llorando se marchó;
otra Granada no hay,
como la que el perdió.
P. Garrido.-13-2-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
LUCERO.
¿ Veis en el cielo esos puntos,
niños que están asomando?;
es, porque allí todos juntos,
acabamos alumbrando.
Somos todos lucecitas,
mientras estamos viviendo;
y luego en estrellita,
nos iré más convirtiendo.
Por eso hay en el cielo,
tantos luceros ardiendo;
los que arrancaron vuelo,
y se marcharon volando.
Como vivimos de día,
tomamos luz con derroche;
y nos queda encendida,
durante toda la noche.
Y si tú quieres saberlo,
preguntaselo a mama;
y que sois un lucero,
seguro os contestará.
P. Garrido. -26-2 -1987.
¿ Veis en el cielo esos puntos,
niños que están asomando?;
es, porque allí todos juntos,
acabamos alumbrando.
Somos todos lucecitas,
mientras estamos viviendo;
y luego en estrellita,
nos iré más convirtiendo.
Por eso hay en el cielo,
tantos luceros ardiendo;
los que arrancaron vuelo,
y se marcharon volando.
Como vivimos de día,
tomamos luz con derroche;
y nos queda encendida,
durante toda la noche.
Y si tú quieres saberlo,
preguntaselo a mama;
y que sois un lucero,
seguro os contestará.
P. Garrido. -26-2 -1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
AMOR ETERNO.
Buscaba un amor eterno,
y no lo pude encontrar;
por más que quería tenerlo,
no lo podía lograr.
A quien mi amor ofrecía,
siempre me esclavizaba;
y yo de veras quería,
pero a mi nadie me amaba.
Y así ande en esta vida,
hasta que se me acabó;
el amor siempre se iba,
y alli me quedaba yo.
Y fué solo y sin amor,
como a la muerte me fui;
alguien la puerta me abrió,
de una eternidad sin fin.
. P. Garrido .-2-3-1987.
Buscaba un amor eterno,
y no lo pude encontrar;
por más que quería tenerlo,
no lo podía lograr.
A quien mi amor ofrecía,
siempre me esclavizaba;
y yo de veras quería,
pero a mi nadie me amaba.
Y así ande en esta vida,
hasta que se me acabó;
el amor siempre se iba,
y alli me quedaba yo.
Y fué solo y sin amor,
como a la muerte me fui;
alguien la puerta me abrió,
de una eternidad sin fin.
. P. Garrido .-2-3-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
MI CUERPO.
En este mar tenebroso,
de la vida terrenal;
navego en el barco hermoso,
de este, mi cuerpo mortal.
Y navego en tempestades,
sin temerle al temporal;
soy, feliz mi capitán,
salvando dificultades.
Soy fuerte y derrochador,
y pirata pendefiero;
soy capaz de dar amor,
también de matar si quiero.
En la noche penumbrosa,
reviento la oscuridad;
y desprecio cualquier cosa,
que no sea la libertad.
Si, libertad de gaviota,
aunque no puedo volar;
pero este barco flota,
dentro de la tempestad.
Las olas pasan lamiendo,
el barco que no alquitranó;
sé que tarde o temprano,
se lo acabaran comiendo.
Y acabará mi esqueleto,
luciendo mis huesos blancos;
no me ayudan otros barcos,
quedaré encallado y quieto.
Y tanta fuerza que tengo,
desafiando tempestad;
la mar me la quitará,
porque evitarlo no puedo.
Entonces ya en esencia,
habré vencido a la mar;
y hallare la libertad,
quizá en divina presencia.
Y mi alma enamorada,
del Dios de la libertad;
habrá conseguido yá,
la libertad deseada.
P. Garrido. -7-3-1987.
En este mar tenebroso,
de la vida terrenal;
navego en el barco hermoso,
de este, mi cuerpo mortal.
Y navego en tempestades,
sin temerle al temporal;
soy, feliz mi capitán,
salvando dificultades.
Soy fuerte y derrochador,
y pirata pendefiero;
soy capaz de dar amor,
también de matar si quiero.
En la noche penumbrosa,
reviento la oscuridad;
y desprecio cualquier cosa,
que no sea la libertad.
Si, libertad de gaviota,
aunque no puedo volar;
pero este barco flota,
dentro de la tempestad.
Las olas pasan lamiendo,
el barco que no alquitranó;
sé que tarde o temprano,
se lo acabaran comiendo.
Y acabará mi esqueleto,
luciendo mis huesos blancos;
no me ayudan otros barcos,
quedaré encallado y quieto.
Y tanta fuerza que tengo,
desafiando tempestad;
la mar me la quitará,
porque evitarlo no puedo.
Entonces ya en esencia,
habré vencido a la mar;
y hallare la libertad,
quizá en divina presencia.
Y mi alma enamorada,
del Dios de la libertad;
habrá conseguido yá,
la libertad deseada.
P. Garrido. -7-3-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
EL LIMONAR.
En el limonar estaba,
y el oro de sus cabellos;
entre limones ondeaba.
Estaba en el limonar,
y el verde de sus ojos;
eran dos limones más.
Y querían los limoneros,
sus carnes acariciar;
sus carnes de terciopelo.
Uno de los limoneros,
le dió una flor de azahar;
limonero, limonero.
Y los demás lo envidiaban,
queriéndole imitar;
de celos agrios rabiaban.
Ella corría entre limones,
moviendo el cuerpo con gracia;
desde el pelo a los talones.
Ay limonera, limonera;
¿Que escondes en la pechera?
P. Garrido. -10-3-1987.
En el limonar estaba,
y el oro de sus cabellos;
entre limones ondeaba.
Estaba en el limonar,
y el verde de sus ojos;
eran dos limones más.
Y querían los limoneros,
sus carnes acariciar;
sus carnes de terciopelo.
Uno de los limoneros,
le dió una flor de azahar;
limonero, limonero.
Y los demás lo envidiaban,
queriéndole imitar;
de celos agrios rabiaban.
Ella corría entre limones,
moviendo el cuerpo con gracia;
desde el pelo a los talones.
Ay limonera, limonera;
¿Que escondes en la pechera?
P. Garrido. -10-3-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
DESAMOR,
Ya con tanto desamor,
el amor se te ha olvidado;
por si lo encuentras apartado,
buscalo en tu interior.
Lo buscas en tú corazón,
por si en un rincón aislado;
lo tienes bien camuflado,
para no escuchar su voz.
¿ No ves que se morirá,
si no le das el amor ;
que tanto se necesita?.
Luego te arrepentirás,
cuando lo veas con dolor,
que ya su flor se marchita.
P. Garrido.-10-3-1987.
Ya con tanto desamor,
el amor se te ha olvidado;
por si lo encuentras apartado,
buscalo en tu interior.
Lo buscas en tú corazón,
por si en un rincón aislado;
lo tienes bien camuflado,
para no escuchar su voz.
¿ No ves que se morirá,
si no le das el amor ;
que tanto se necesita?.
Luego te arrepentirás,
cuando lo veas con dolor,
que ya su flor se marchita.
P. Garrido.-10-3-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
ESTRELLITA.
Por un camino en el cielo,
buscaba una estrellita;
a su amigo un lucero.
Cuando la noche llegó,
encendió su lamparita;
y fué cuando lo encontró.
Y de las manos cogidos,
se fueron a pasear;
porque eran prometidos.
En los cielos tan bonitos,
jugaron toda la noche;
porque eran tortolitos.
Se dijeron cosas bellas,
y se hablaron de amores;
delante de las estrellas.
Las estrellas se reían,
viendo a los enamorados;
las cosas que se decían.
Fueron en la claridad,
apagando sus faroles;
para poder descansar.
P. Garrido. -15-3-1987.
Por un camino en el cielo,
buscaba una estrellita;
a su amigo un lucero.
Cuando la noche llegó,
encendió su lamparita;
y fué cuando lo encontró.
Y de las manos cogidos,
se fueron a pasear;
porque eran prometidos.
En los cielos tan bonitos,
jugaron toda la noche;
porque eran tortolitos.
Se dijeron cosas bellas,
y se hablaron de amores;
delante de las estrellas.
Las estrellas se reían,
viendo a los enamorados;
las cosas que se decían.
Fueron en la claridad,
apagando sus faroles;
para poder descansar.
P. Garrido. -15-3-1987.
Re: Recopilación Poética de Pedro Garrido.
FLORISTA.
Le cantaba a sus flores,
una florista morena;
unas canciones de amores
que oírlas daban pena.
Y componía sus ramos,
de rosas y de claveles;
con la gracia de sus manos,
y el duende de sus canciones.
Luego los ponía a la venta,
para gentes silenciosas;
que al entrar por las puertas,
casi siempre iban llorosas.
Esta florista vendía,
sus flores en el cementerio;
y era su día a día,
eran para un sepelio.
Aquellos ramos adornaban,
con sus canciones al viento;
las lapidas que guardaban,
dentro todo el sentimiento.
P. Garrido. -20-3-1987.
Le cantaba a sus flores,
una florista morena;
unas canciones de amores
que oírlas daban pena.
Y componía sus ramos,
de rosas y de claveles;
con la gracia de sus manos,
y el duende de sus canciones.
Luego los ponía a la venta,
para gentes silenciosas;
que al entrar por las puertas,
casi siempre iban llorosas.
Esta florista vendía,
sus flores en el cementerio;
y era su día a día,
eran para un sepelio.
Aquellos ramos adornaban,
con sus canciones al viento;
las lapidas que guardaban,
dentro todo el sentimiento.
P. Garrido. -20-3-1987.
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