Recopilación Poética de Pedro Garrido.

[Pedro G.]

UNA FUERZA.
    Noto dentro de mi mente,
que me llega la locura;
porque no soy coherente,
esto ya no tiene cura.
   La corriente de mi cuerpo,
se desborda de su caja;
y de arriba me baja,
una fuerza que no entiendo.
   Los nervios de mi sistema,
vibran sin obedecerme;
me obligan amoverme,
algo que siento me quema.
   Las ordenes del cerebro,
no las da mi voluntad;
y me parezco un becerro,
obligado a empujado.
   ¿Porqué seré obligado,
a caminar si no quiero?;
prefiero quedar parado,
dentro de mi, y no puedo.
   P. Garrido. -22-12-1986.

[Pedro G.]

      MARIA.
   Estaba yo descuidado,
cuando asomó la criaturas;
jamás vi una hermosura ;
que me dejara pasmado.
   Me levanté del asiento,
era, un haz de cebada;
le pregunté si espigaba,
y siguió su paso lento.
   Le miré hacia los pies,
y entonces vieron mis ojos;
que no pisaba rastrojos,,
ni se doblaba la mies.
   Era una mujer hermosa ,
con un niño en los brazos;
yo me di dos manotazos,
¿seria un sueño esta cosa?.
   ¿Y si acaso yo dormía,
como vi al niño Jesús;
en los brazos de Maria
que derramaba su luz?.
   P. Garrido. -24-12 -1986.

[Pedro G.]

TRISTEZA.
   Siento dentro gran tristeza,
que no podría e aplicar;
pues tengo uno la certeza,
que aunque sea Navidad;
mucha gente en su pobreza,
no tiene con que brindar.
   Pero, se puede hacer algo,
si el niño Jesús que hoy;
se reparte por igual,
yo que aqui estoy;
lo quisiera abrazar,
si es necesario, voy,
caminando hasta el portal.
   !Ay lo que me gustara,
que reinara la alegría!.
   ¿Pero es que entre los humanos,
no vamos a conseguir;
el querernos como hermanos,
y hacernos más feliz;
y unidos de los manos,
hacernos siempre feliz?.
   Tú que acabas de nacer,
niño Dios, danos querer.
   P. Garrido. -25-12-1986.

[Pedro G.]

AÑO NUEVO.
   Adiós mi viejo,
me voy con la juventud;
ya he perdido el pellejo,
y se me fué la salud.
Día a día irás creciendo,
hasta que llegue el verano;
y lo que fué floreciendo,
se quedará seco y vano.
   Será en la primavera,
que tendré más esplendor;
y en otoño ay que pena,
viejecito, ya estaré yo.
   Y cuando llegue el invierno,,
volveré a la vejez;
pero un año nuevo y tierno,
volveré a renacer.
   P. Garrido. -26-12-1986.

[Pedro G.]

MAL GENERAL.
Tristeza que me acompañas,
te cambio por alegría;
¿porque tendré la manía,
de que conmigo te ensañas?
O sera mal general,
todo el mundo esta triste;
porque la tristeza existe,
se nota en el personal.
Es difícil encontrarse,
a gente con alegría;
y que tenga fantasía,
para vivir sin quejarse.
Casi todos nos quejamos,
en este mundo maldito;
se queja el pobre y rico,
pero todos aguantamos.
Es que la tristeza, amigo,
de la alegría es contraria;
lo que está dulce se agria,
y quiere acabar conmigo.
P. Garrido.-1-1-1987.

[Pedro G.]

MAL.
Llorador por el vencido,
quisiera ser en silencio;
con grito enmudecido,
y ofrecerle mi aprecio.
Ya no hay corazón,
alguien nos lo han robado;
o nos lo habrán cambiado,
por materia sin razón.
¿Como se puede perder,
la bondad qué se tenia;
al no tenerla cosida,
se nos fué con la vejez?.
¿Como puede entrar el mal,
si nunca malo se ha sido;
quizá estuvo dormido,
y no lo pudo parar?.
¿O quizá por un descuido,
al roce con semejantes;
me olvide ponerme guantes,
y la maldad me ha prendido?
¿Si solo este mal fuese mio,
donde yo solo me hundo;
que hago en este mundo,
que tan pronto ha vencido?.
P. Garrido. 6-1-1987.

[Pedro G.]

LAMENTOS.
Lamento el tiempo perdido,
cuando no pensaba nada;
y el día pasaba dormido.
Lamento el amor que tuve,
que por no saber amar;
disfrutarlo yo no pude.
Lamento el mal que te hice,
que pudiendo remediar;
remediarlo yo no quise.
Lamento mi juventud,
cuando todo era locura;
y tenia buena salud.
Y lamento mis cuarenta,
que se me echaron encima;
sin que me diera ni cuenta.
Lamento por mi torpeza,
Dios mio, perdóname;
por ignorar la pobreza.
Lamentarme,¿para que?,
¿de que sirven mis lamentos;
cuando he perdido la fé.
P. Garrido. -7-1-1987.

[Pedro G.]

LA MUERTE.
A lomos de cien caballos,
viene la muerte montada;
y cabalga entre vasallos;
en sonora galopada.
La musica de guadañas,
que se tornan bayonetas;
suena en aquellas campañas,
las mieses estaban quietas.
Mieses de espigas doradas,
que ya picaron las aves;
con sus cabezas dobladas,
de aguantar sol en los valles.
Y van rugiendo las fieras,
cortando matas inocentes;
que con sus guadañas siegan,
en aquellas tierras ardientes.
En una sola pasada,
quedan los campos arrasados;
queda la tierra empapada,
de ilusiones y de pecados.
P. Garrido. -7-1-1987.

[Pedro G.]

ABRAZO.
Quisiera tener los brazos,
mas largos que el ecuador;
para dar un gran abrazo,
a los humanos, y mi amor.
Así con mi gran ternura;
a todos protegería;
sin dejarme una criatura,
a todos protegería;
y no quedaría criatura,
a quien calor no daría.
A nadie se oprimiría,
los dejaría en libertad;
tan solo les quitaría,
el instinto de maldad.
Al no saber lo que es malo,
nadie lo querría hacer;
y nadie pegaría un palo,
tan solo por el placer.
Seria un mundo precioso,
donde solo habría bondad;
reinaría el poderoso,
tendríamos felicidad.
P. Garrido. -8-1-1987.

[Pedro G.]

N-10- CAMPESINO.
Campesino, campesino,
tú que cultivas el campo;
y tienes roto el camino,
de tanto y tanto pasarlo;
¿Has pensado alguna vez,
que derrochas tu sudor;
que abusan de tú sencillez,
que de tú cuerpo el dolor;
usan para hacerte ver,
que tú eres el mejor?.
Sin embargo se aprovechan,
robándote las cosechas;
abusan de tú inocencia,
y engañan tú fantasía;
quitándote la alegría,
esa gente sin conciencia.
Te desprecian por ser pobre,
y porque vas mal vestido;
pero tú eres muy hombre,
Cristo, de pobres ha nacido.
¡ Ay, labrador, labrador,
siembra tus campos de amor.!
P. Garrido. -9-1-1987.

[Pedro G.]

11-MENDIGO.
Era una vez un mendigo,
que se disfrazó de Rey;
y se paró en un camino,
donde pastaba un buey.
Al verlo engalanado,
berreó el animal;
y con el rabo empinado,
se dirigió a la maná;
porque se había asustado,
de aquella ropa real;
no estaba acostumbrado ,
a verlo por allí pasar.
El mendigo se miró,
en el río en su cristal;
y también se sosprendió,
de lo que pudo observar.
Desde entonces se juró;
no vestir de Rey jamás;
porque el pobre nació,
viviendo en libertad;
y alguien la ropa le dió,
porque no podía aguantar.
P. Garrido. -10-1-1987

[Pedro G.]

ESTÚPIDA.
Te va empujando una fuerzas,
con amor hacia la muerte;
se lleva al débil y al fuerte,
lo hace con gran destreza.
Al nacer te ponen sello,
pasando a ser mortal;
la eme que dice eso,
grabada en la mano está.
Te va animando en la vida,
y te deja engordar;
pues sabe que acabarás,
cualquier día en su guarida.
De que te quiere, no dudes,
te abrazará con sus brazos;
no puedes darle esquinazo,
seguro que no la eludes.
Y cuando la tengas cerca,
no luches por engañarla;
porque la muerte es terca,
y tendrás que abrazarla.
P. Garrido. -13-1-1988.

[Pedro G.]

CUENTO.
Te voy a contar un cuento,
que me sucedió en el campo;
estaba ya el sol traspuesto,
y había dado de mano.
Regresaba al cortijo,
después de un día de labrar;
cuando de pronto me fijo,
mirando a un retamar.
Había una bola parada,
con tres patas en el suelo;
la mula quedó parada,
yo me acerqué con recelo.
Aquello empezó a crecer,
soltando luces doradas;
y ya no podía ver ,
lo que la bola engordaba.
Cuando algo quise decir,
me encontraba secuestrado;
obligado a conducir,
un taxi de lado a lado;
y asi me siento feliz,
aunque lo mio sea el arado.
P. Garrido. -13-1-1987.

[Pedro G.]

MUJER.
Te quiero porque soy tuyo,
y tanto me apasionas;
que la flor de tu persona,
y aunque te corte temprana;
para mi es como un capullo.
Te quiero y es muy cierto,
soy yo el que te ama,
dueña de mi sentimiento.
Al cortar te del rosal,
sentí por ti tal ternura;
que eres para mi criatura,
vida amor y felicidad.
Me das a cambio tú olor,
que disfruto en mi persona;
eres para mi, paloma,
del rosal la mejor flor.
Y en tu serena bondad,
duermo el sueño feliz;
y no me quisiera ir,
que en ti me quiero quedar.
P. Garrido. -13-1-1987.

[Pedro G.]

PALABRAS
Palabras de amor quisiera,
tener siempre en mis labios;
si hablar como flor pudiera,
al ser idioma de sabios,
podría por la primavera;
cuando florecen los nardos,
hablar con la enredadera;
que me llevaría a tus brazos.
Y en tus labios como flor,
los mios sembrar con fuerza;
injertar un tallo de amor,
para que asi nos crezca;
un brote que de los dos,
nos nazca y nos parezca;
seria la confirmación,
del amor de una pareja.
Y las flores de ilusión,
que de aquella unión saldría;
serian , mi corazón,
tu vida, y también la mía.
P. Garrido. -16-1-1987.